domingo, 14 de mayo de 2017

Producción de Recursos y Materiales Educativos Telemáticos

Cada docente tiene una forma distinta de llevar a delante su labor educativa, una manera diferente de organizar su trabajo en aula que se constituye en su característica, éstas particularidades se denominan, estilos de enseñanza, mismas que pueden entenderse según Delgado: "como una forma peculiar de interaccionar con los alumnos y que se manifiesta tanto en las decisiones preactivas, durante interactivas, así como en las postactivas(...). Es un modo o forma que adoptan las relaciones didácticas entre los elementos personales del proceso de enseñanza aprendizaje tanto a nivel técnico comunicativo como a nivel de organización del grupo clase y de sus relaciones afectivas en función de las decisiones que toma el profesor. Sus elementos constitutivos son: técnicas de enseñanza, interacciones socio-afectivas, interacciones de organización-control y otros". (1)

Al constituirse los estilos de enseñanza en "categorías de comportamientos de enseñanza que el docente exhibe habitualmente en contextos determinados y en cada fase o momento de la actividad de enseñanza, mismos que se fundamentan en actitudes personales que le son inherentes y otras abstraídas de su experiencia académica y profesional" (2), es posible su identificación y clasificación, para cuyo efecto Alonso, Gallego y Honey (3), proporcionan la metodología y los instrumentos respectivos que permiten distinguir cuatro estilos de enseñanza: abierto, formal, estructurado y funcional

Abierto: docentes que plantean con frecuencia nuevos contenidos, aunque no estén incluidos en el programa. Motivan con actividades novedosas, con frecuencia en torno a problemas reales del entorno y animan a los estudiantes en la búsqueda de la originalidad en la realización de tareas (4). Favorecen un estilo de aprendizaje activo.

Formal: docentes partidarios de la planificación detallada de sus enseñanza y se la comunican a sus alumnos (5). Favorecen un estilo de aprendizaje reflexivo.

Estructurado: docentes que otorgan bastante importancia a la planificación y ponen énfasis en que esta sea coherente estructurada y bien presentada. Imparten contenidos en un marco teórico amplio, articulado y sistemático (6). Favorecen un estilo de aprendizaje teórico.

Funcional: docentes que siendo partidarios de la planificación, ponen el énfasis en su viabilidad, funcionalidad y concreción, otorgan mayor ponderación a los contenidos procedimentales y prácticos que a los teóricos (7). Favorecen un estilo de aprendizaje pragmático.

Es indudable que el rol del docente, es altamente importante durante los procesos enseñanza - aprendizaje, ya que establece un vínculo con los estudiantes, un método, un enfoque una estrategia que puede facilitar u obstaculizar dichos procesos, por tanto, conocer el estilo de enseñanza de los docentes es fundamental como paso preliminar encaminado a mejorar la práctica docente, toda vez que los estilos de enseñanza están relacionados estrechamente con los estilos de aprendizaje de los estudiantes. (3)

En este sentido, en el presente trabajo se pretende determinar el tipo de estilos de enseñanza que predominan en los docentes de la Carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca (USFX) y su relación con variables como el género, tipo de profesión o titulación docente, edad y años de experiencia. La información a ser obtenida se constituirá en un importante insumo para tomar decisiones tendientes a mejorar la planificación y la práctica docente, contribuyendo de este modo a solucionar la problemática referida con los elevados niveles de retención (8) que se presentan en la carrera objeto de estudio.

Metodología

Por tratarse de una investigación de tipo descriptivo, se recurrió al método de la medición, empleándose para favorecer la obtención de respuestas por parte del plantel docente un cuestionario auto administrado, diseñado para conocer el perfil de estilos de enseñanza propuesto por Alonso, Gallego y Honey, mismo que consta de una primera parte referida a datos socioacadémicos - sexo, años de experiencia docente y titulación - y un segundo apartado que consta de 40 afirmaciones dirigidas a medir los estilos de enseñanza, de las cuales 20 corresponden a los estilos abierto/formal y los restantes a los estilos estructurado/funcional, distribuidos de manera aleatoria. La escala que emplea este instrumento es de tipo Likert, donde 1 representa por completo en desacuerdo y 5 por completo de acuerdo.

La población seleccionada para la aplicación del cuestionario, estuvo constituida por la totalidad de docentes titulares de la Carrera de Ingeniería Comercial, vale decir, 55 docentes para la gestión 2015.

El análisis de los datos fue realizado empleando los paquetes estadísticos Excel y SPSS en su versión 22.0. Entre los procedimientos estadísticos aplicados se elaboraron tablas de distribución de frecuencias, tablas de contingencia para cruzar variables, gráficos de barras apiladas, comparación de medias aritméticas, Coeficiente de Correlación de Pearson, Prueba Chi Cuadrado, Coeficiente de Contingencia, Análisis de Varianza (ANOVA) y prueba post hoc de Tukey, que permitieron la sistematización de datos y proporcionar información para alcanzar los objetivos planteados.



curriculum de la educacion boliviana

Todo proceso histórico de cambio propone también su propia manera de educar. Hoy podemos decir que promovemos, bajo un largo proceso dialogado y consensuado, un nuevo Modelo Educativo Socio-Comunitario Productivo que recupera la memoria y experiencias históricas de los pueblos y naciones indígenas originarias y las grandes reivindicaciones del pueblo boliviano. Se inicia una etapa en la educación boliviana con la construcción de un nuevo Modelo Educativo que articula más que divide, complementa antes que diferencia, consensua antes que im- pone, partiendo de un análisis crítico de la realidad histórica de la educación boliviana y de las experiencias educativas, surgen los elementos para la construcción del Currículo del Sistema Educativo Plurinacional. El Sistema Educativo Plurinacional está fundamentado en las bases y fines de la educación boliviana descritos en la Ley Avelino Siñani Elizardo Pérez; sus fundamentos ideológico, filosófico, sociológico, epistemológico y psicopedagógico, son los pilares de la propuesta y estructura curricular y determinan el fin de la educación, los objetivos generales y los lineamientos del sistema de evaluación. Este documento propone lineamientos generales del nuevo Modelo Educativo para facilitar su construcción y consolidación, desarrollando el componente curricular.


Todo proceso histórico de cambio propone también su propia manera de educar. Hoy podemos decir que promovemos, bajo un largo proceso dialogado y consensuado, un nuevo Modelo Educativo Socio-Comunitario Productivo que recupera la memoria y experiencias históricas de los pueblos y naciones indígenas originarias y las grandes reivindicaciones del pueblo boliviano. Se inicia una etapa en la educación boliviana con la construcción de un nuevo Modelo Educativo que articula más que divide, complementa antes que diferencia, consensua antes que im- pone, partiendo de un análisis crítico de la realidad histórica de la educación boliviana y de las experiencias educativas, surgen los elementos para la construcción del Currículo del Sistema Educativo Plurinacional. El Sistema Educativo Plurinacional está fundamentado en las bases y fines de la educación boliviana descritos en la Ley Avelino Siñani Elizardo Pérez; sus fundamentos ideológico, filosófico, sociológico, epistemológico y psicopedagógico, son los pilares de la propuesta y estructura curricular y determinan el fin de la educación, los objetivos generales y los lineamientos del sistema de evaluación. Este documento propone lineamientos generales del nuevo Modelo Educativo para facilitar su construcción y consolidación, desarrollando el componente curricular.

Sistema educativo de Bolivia

El sistema educativo de Bolivia comprende tres subsistemas: Educación Regular. Educación Alternativa y Especial y Educación Superior de Formación Profesional.Ley de Educación Avelino Siñani - Elizardo Pérez, artículo 8 promulgada en 20101 El Subsistema de Educación Regular comprende: Educación Inicial en Familia Comunitaria, Educación Primaria Comunitaria Vocacional y Educación Secundaria Comunitaria Productiva. Lo que se puede rescatar es que en la Educación Inicial en familia se da se presentan dos etapas: La no escolarizada y la escolarizada. La primera etapa tiene una duración de tres años en el que la responsabilidad es compartida entre la familia, la comunidad y el Estado; y la segunda etapa dura dos años, es cuando el niño o niña asiste a un centro escolar.Ley de Educación Avelino Siñani - Elizardo Pérez, artículos 11 y 12 promulgada en 20101

Los estudios universitarios en Bolivia están regidos por el Viceministerio de Educación Superior.

Breve panorámica de la educación superior en Bolivia
En 1826 la educación universitaria se dirigía principalmente a la formación de las élites socioeconómicas.Los brotes de inconformismo no llevaron a ninguna reforma de las instituciones de enseñanza superior.

En el período de la República, la universidad continuó privilegiando las mismas élites, sin embargo, con el inicio de la explotación minera y la apertura capitalista a la producción, se hicieron evidentes las primeras contradicciones sociales masivas. Se inició el proceso de lucha por la reforma estudiantil, donde surgieron los primeros movimientos estudiantiles de reforma universitaria.

Entre 1952 y 1985, no se llegó a consolidar un modelo académico propio, pero se logró conquistar la autonomía universitaria. A partir de 1985 surge en Bolivia la educación superior privada y se abren numerosos centros educativos. Estos centros reflejan, principalmente y salvo excepciones, hasta el 2011, una visión tecnocrática, posturas a-críticas y divorcio de los programas académicos de la realidad local y nacional, siguiendo la concepción predominante dictadas por el modelo neoliberal.2


El proceso de descolonización y la educación en Bolivia

En el proceso actual que vive nuestro país, la descolonización debe referirse fundamentalmente a la igualdad de oportunidades, a la eliminación del racismo, de todo tipo de racismo, "borrar las diferencias de antes", es decir, hacer que las oportunidades laborales, económicas y políticas lleguen a todos y no solamente a un grupo de privilegiados; donde a la gente se mire por su capacidad, por sus méritos y conocimientos, indistintamente de su pertenencia étnica.
Y, por otro lado, se trata de "la concepción del mundo" ya que hasta ahora se reconoció como único y universal el conocimiento moderno y científico, sin tomar en cuenta los otros saberes, como el indígena por ejemplo.
Debemos entender que descolonizar no es retroceder hasta el origen, sino es comenzar a escribir la historia, corrigiendo elementos que han sido perjudiciales para que la sociedad pueda mirarse a sí misma de manera respetuosa
Es este contexto, en que se da la descolonización de la educación que implica rechazar las teorías y propuestas educativas ajenas a nuestra realidad, porque son producto de una imposición y adaptación que no logra recuperar todavía lo que somos.
Se piensa que la educación empieza y termina en la escuela, pero la escuela se convierte en el lugar de mayor colonización. Un ejemplo de ello es el uso de uniformes, que representan una herencia de la revolución industrial por los conglomerados que se habían creado; tiene que ver con horarios, reglas y filas. Por esa razón, la educación es la mayor expresión de la colonización.
Se establecen jerarquías discriminatorias como lo privado y lo público, lo escolarizado y lo alternativo, la educación hegemónica y escolar, y la plural y diversa. La gestión es de especialistas, “ellos nos enseñaron a hablar de diferente manera”.
Se requiere desarrollar una propuesta teórica y metodológica; para ese fin, hay que leer el contexto de manera integral. Teoría y metodología de la educación significan recuperar lo que somos, desarrollar la pedagogía del Estado Plurinacional y pensar lo que hacemos día a día. Estas acciones se convierten en nuestra experiencia y en nuestros saberes.
Por lo tanto, se deben fortalecer los saberes. Hay que releer las experiencias relevantes, hay que sistematizar las experiencias y conocimientos, no de formas sino de fondo. Tenemos que romper el mito de la educación como un sinónimo de la escuela. Si no hacemos todo eso, tampoco se podrá transformar la educación.
Los cambios estructurales que se han iniciado en el marco del nuevo sistema educativo en el país implican la descolonización de la educación, para formar al nuevo ser social,


EDUCACIÓN

La situación educacional de las mujeres bolivianas ha mejorado apreciablemente en las últimas décadas, aunque su posición es aún marcadamente desigual respecto de los hombres. Todo ello en un contexto educativo que muestra deficiencias que se encuentran entre las más graves de la región, vinculadas, en general, a tres factores principales: género, raza y estratificación social.

Bolivia es un país con una importante diversidad étnica y cultural en la configuración de sus fundamentos ideológicos, políticos y de su estratificación. Considerando un solo aspecto de esta dimensión cultural, el idioma, y según datos oficiales, en las dos últimas décadas se ha producido una creciente castellanización, más dinámica en la población aymara parlante del occidente del país que en las etnias del oriente. Esto ocurre a la par de una fuerte conservación de las lenguas maternas, de modo que el bilingüismo aparece como rasgo central de la sociedad boliviana. Las mujeres son el soporte más dinámico de este avance del bilingüismo.

En 1955 se decreta la Reforma de la Educación y se establece, tardíamente, la educación fiscal obligatoria y gratuita. La participación del Estado en la expansión de la educación ha sido muy importante desde entonces. A fines de los noventa éste provee la mayor parte de las plazas en los diversos ciclos. En 1988 la matrícula fiscal representaba el 88% en la educación prebásica, el 86% en la primaria y el 70,6% en la secundaria.

Los niveles de analfabetismo han disminuido, pero las tasas femeninas descendieron más lentamente y en las zonas rurales todavía la mitad de las mujeres es analfabeta. Buena parte de las mujeres han estado excluidas de los estudios formales o sólo han transitado por niveles elementales, lo que ha contribuido a mantener su marginación social.

Por antiguas deficiencias en el sistema educativo y debido a las diferencias culturales y socioeconómicas existentes, el desarrollo educativo ha tenido lugar conformando una estratificación socioeducativa de la población de tipo piramidal: una ancha base de los hombres y mujeres que no accedieron a la escuela o no llegaron a la secundaria (61%), un tronco compuesto por los que adquirieron estos estudios (22,6%) y una cúspide estrecha de los que alcanzaron los estudios superiores (cerca del 8%). En esta pirámide educativa las mujeres registran proporciones más desfavorables en todos los niveles: el bloque de las que no accedieron o no superaron la primaria es del 64,8%, cifra que es del 56,5% en los hombres; el 19,7% llegó a secundaria sin seguir a estudios superiores (en los varones un 25,7%) y el 7,3% logró acceder al tercer nivel (el 10,2% en los hombres). De esta forma, las mujeres constituyen el 70% de las personas sin ningún nivel de instrucción y sólo el 44% de las que tienen algún grado del nivel medio.

La mayoría de las mujeres de los amplios sectores de la población femenina rural que manifiesta graves deficiencias (analfabetismo y brecha de escolarización primaria) sólo habla su idioma nativo.

Entre los años setenta y ochenta el sistema educativo boliviano experimentó un proceso de expansión, expresado en el incremento de la matrícula y las tasas de escolaridad en los distintos niveles. La matrícula de la educación prebásica (obligatoria) creció, también las tasas de escolarización y se operó una redistribución en favor del área rural. Este es el nivel de educación que presenta la más clara paridad entre hombres y mujeres.

La educación primaria comprende un total de 8 años (5 del ciclo básico y 3 del intermedio) y su tasa global de crecimiento fue de 32,6%. En este crecimiento tiene una ponderación significativa el aumento de la matrícula femenina. Como resultado de ello, la participación de las mujeres se acerca a una mayor paridad: 47% en 1988. En el tránsito de los estudios secundarios a los universitarios, las mujeres que terminan el nivel secundario -en general no pobres y urbanas- sufren una discriminación de género que reduce su acceso a la universidad.

Los indicadores sobre aprovechamiento escolar muestran que existe un amplio margen para mejorar la eficiencia del sistema educativo en sus distintos niveles. En este contexto, con importantes tasas de reprobación y abandono, las mujeres registran un esfuerzo mayor por permanecer en el sistema y obtienen rendimientos más elevados que los hombres. Resulta notable que pese al reducido monto de su matrícula en la universidad, tengan una importante presencia entre los graduados y titulados.

En síntesis, junto a los avances persisten importantes problemas educativos básicos en la sociedad boliviana: analfabetismo comparativamente elevado, insuficiente cobertura, bajo nivel educativo de la población y escaso desarrollo de la capacitación profesional técnica.

La situación de la mujer muestra aún otra característica, que comparte también con diversos países de la región. El tipo de estudios que escogen las mujeres que cursan estudios regulares, tanto en la enseñanza secundaria diversificada como en la educación superior, manifiesta que se mantiene una segmentación de género en cuanto a carreras elegidas.

En la educación secundaria ellas se orientan menos que los hombres hacia especialidades técnicas y en el nivel universitario, si bien todavía la proporción hombres que accede a estos estudios es más alto y se han producido algunos cambios en la elección de las carreras universitarias, persisten carreras típicamente femeninas.

En cuanto a su participación en las actividades docentes, Bolivia reproduce una situación semejante a la de otros países latinoamericanos, aunque de mayor exclusión: una presencia femenina mayoritaria en los niveles prebásico y básico (80% y 59%, respectivamente), la que disminuye en la enseñanza secundaria (47%) y se reduce más aún en la enseñanza universitaria. Se mantienen y reproducen así patrones culturales y de socialización de la mujer, que están lejos de mostrar modificaciones sustantivas.